Querido lector,
Este no es un simple artículo político, ni una columna de opinión al uso. Utopyc es el comienzo de una propuesta. Un viaje. Una invitación a pensar lo impensable: ¿Qué pasaría si pudieras vivir en un país sin Estado? ¿Y si descubrieras que no solo es posible, sino incluso deseable?

Mi nombre no importa ahora. Lo que importa es lo que encontrarás si decides quedarte. En este nuevo boletín, explorarás ideas que pocos se atreven a tocar: el fin del Estado, la posibilidad de una sociedad basada en contratos voluntarios, la organización de la justicia, la educación, la sanidad y la seguridad… sin políticos, sin impuestos, sin gobierno, sin coerción.

Este primer artículo presenta Utopyc , el país libertario que imaginé; no como una fantasía, sino como una simulación realista de lo que podría funcionar mañana. No es un sueño, sino una alternativa. No es una parodia, sino una posibilidad.

El punto de partida: Gabriel Dan, el periodista perdido en la libertad

La historia de Utopyc se narra a través de Gabriel Dan, un periodista de investigación que se topa con un rumor: existe un pequeño país que ha abolido el Estado. Intrigado, se propone informar sobre ello. Lo que espera que sea un caos primitivo se convierte en un despertar moral. Dan está convencido de que la política es esencial, de que los servicios públicos son innegociables y de que la sociedad no puede existir sin impuestos. En Utopyc, sus creencias estatistas y colectivistas se ven destrozadas por una realidad que jamás imaginó posible.

No hay instituciones políticas. No hay partidos. No hay elecciones. No hay policía estatal. No hay leyes impuestas verticalmente. No hay sector público. Y aun así… todo funciona. O mejor dicho: todo funciona mejor .

Cómo funciona un país sin Estado

En su viaje a través de Utopyc, Gabriel explora todos los aspectos de la vida cívica:

· Una atención sanitaria privada, eficiente y en constante innovación en la lucha contra las enfermedades.

· Una educación descentralizada y no regulada, elegida por padres y alumnos en función de sus propios intereses.

· Seguridad brindada por agencias privadas que sirven a los intereses de sus clientes, libres de corrupción política y caprichos.

· Justicia basada en el derecho consuetudinario y en principios sociales, no sujeta a juegos legislativos ni manipulación política.

· Sin impuestos, sin bancos centrales, sin planificación económica, sin moneda fiduciaria: sólo dinero real.

· Infraestructura construida a través de la cooperación privada y la coordinación descentralizada.

· Periodismo verdaderamente independiente , libre de presiones políticas.

· Defensa organizada por los propios ciudadanos, sin industrias de guerra ni Estados profundos acechando detrás.

· Inmigración regida por los derechos de propiedad de los ciudadanos de Utopyc.

¿Y todos los servicios? Más baratos y eficaces que en las sociedades dominadas por el Estado.

Dan presencia la libre organización de servicios, la coexistencia pacífica sin coerción legal y la belleza de una sociedad sin “autoridad”. Le maravillan el Museo de la Libertad, el Museo de la Pobreza (que narra la miseria causada por los Estados del pasado) y el Museo de la Belleza, que celebra la creatividad humana desenfrenada.

Una utopía realista: literatura, política y filosofía libertarias

Durante 500 años, el concepto de utopía ha estado monopolizado por el socialismo. Desde Tomás Moro hasta las distopías modernas, el imaginario colectivo ha vinculado la «utopía» con la «planificación». Utopyc rompe esa tradición. Demuestra que solo la libertad puede crear una sociedad verdaderamente armoniosa. Que sin Estado, puede haber más orden, más justicia, más humanidad y un humanismo sin precedentes en la historia.

Durante 150 años, el socialismo ha construido mitologías en el cine, la literatura y el arte. Ganó la batalla cultural a pesar de perder todas las batallas económicas y oprimir a innumerables personas. Rothbard lo vio. Por eso instó a los libertarios a imaginar, narrar y retratar. A mostrar cómo sería un mundo sin coerción. Utopyc es una respuesta directa a ese llamado. Una obra de ficción, sí, pero también una hoja de ruta hacia lo posible. Me gusta pensar que Utopyc es la novela que Rothbard habría querido escribir.

Si disfrutaste con La rebelión de Atlas o El manantial , Utopyc es tu próximo destino. No porque los copie, sino porque va más allá: no aboga por la retirada del mundo, sino que se atreve a construir uno nuevo.

Dijimos que Utopyc es tanto una utopía como una distopía. Te darás cuenta de que el mundo en el que vives es el mal, y verás claramente cómo acabar con él. Nos hemos acostumbrado tanto a la injusticia que nos rodea que ya no nos damos cuenta de que nos vemos obligados a vivir en un sistema perverso, incluso en países supuestamente democráticos.

En Utopyc , te enfrentarás a los errores de tu propio mundo y descubrirás que hay formas serias y realistas de crear uno que no sea perfecto, pero sí mucho, mucho mejor.

¿Te atreves a visitar Utopyc? ( utopyc.net )

¿Qué encontrarás en este boletín?

A través de este Substack, los invito a unirse a mí en una exploración profunda y provocadora del pensamiento libertario. Aquí no encontrarán “moderación” ni centrismo. Hablaremos sobre la abolición del Estado, la redefinición de la justicia, el cuestionamiento de la democracia moderna y la recuperación de la dignidad individual del poder.

Escribiré sobre:

· La política actual a través de una lente libertaria radical.

· Críticas al estatismo desde la historia, el derecho, la filosofía y la literatura.

· Y por supuesto, el universo en expansión de Utopyc .

También conocerás mis otros libros, disponibles en utopyc.net :

¿ Eres esclavo? Un manifiesto contra las democracias actuales, que se han convertido en formas flagrantes de fascismo.

· El Rumor , un thriller sobre el tiranicidio y una reflexión moral sobre la legitimidad de la resistencia al poder opresor.

· Cold Monster , una distopía política sobre la autodestrucción de Occidente, escrita como un thriller político.

¿Por qué suscribirse?

Porque si alguna vez has pensado: «Tiene que haber otra forma de vivir», pero nadie te la ha mostrado, aquí la tienes. Porque si alguna vez te has sentido como un extraño en este mundo, quizá no estés loco, quizá simplemente seas libre. Porque si sabes que el Estado no es una necesidad, sino una superstición, este es tu lugar.

Utopyc no es solo un libro. Es una posibilidad.
Una semilla.
Y este boletín es su suelo.

Suscríbete gratis y empieza a explorar conmigo el mundo que puede nacer cuando el Estado desaparezca y la libertad ocupe su lugar.

¡Gracias por leer El Substack de Winston! Suscríbete gratis para recibir nuevas publicaciones y apoyar mi trabajo.